JUAN CAMILO GAVANZO PAEZ GRUPO 52
REPUBLICANISMO ARISTOCRATICO
No sé si en pleno siglo XXI es correcto hablar de una aristocracia tan directa, aunque por muchos años hemos estado indirectamente gobernados por aristócratas, todos los presidentes, congresistas, diputados, alcaldes, concejales y ministros han ocupado sus cargos porque nosotros consideramos que son los más apropiados, los más preparados, con capacidad de gestión y emprendimiento en fi son “los mejores” para administrar los recursos de nuestra nación. Aunque si buscamos el significado de aristocracia nos encontramos con que es el gobiernos de unos pocos (que son los mejores) buscando un bien común. Pues en nuestro país parece más bien una oligarquía que es el gobierno de una pocos buscando un interés particular.
Pues bien, no niego el hecho de que me gusta la aristocracia como una buena forma de gobierno y más en nuestra sociedad que comprende una gran ignorancia y falta de memoria, por esta razón y muchas otras hemos necesitado que algunos pocos que tienen cierta capacidad nos gobiernen aunque no hagan bien su trabajo. Creo que la razón por la cual estas personas hacen mal su trabajo olvidándose del bien común y la razón por la cual nos olvidamos tan fácil de hecho corruptos, es por la falta de virtud otorgada por el Republicanismo virtud que fue llamada por Montesquieu como el “amor a la patria” que es lo que impulsa a las persona a pensaren una sociedad de iguales y esto a su vez es la esencia de la Republica.
Irónicamente nuestro país es llamado Republica de Colombia, pero lo que muchos no sabemos es que la palabra Republica conlleva un peso, que es indispensable, y es el estado social de derecho y que de acuerdo con el significado de Republica todos los ciudadanos tenemos derecho a los bienes y servicios públicos y eso en nuestro país no es del todo cierto.
Debido a la estructura política de nuestro país, es necesario pensar en una aristocracia, puesto que la mayor parte de las decisiones se toman en el congreso, es fundamental para un buen gobierno que estas decisiones favorezcan al bien común, pero esto es impensable sin el principio de “amor a la patria” que es el resorte que impulsa a la Republica, esta virtud es la que llevaría a los gobernantes a manejar nuestros recueros pensando en una sociedad de iguales.
Aunque muchos suponen que es mejor una democracia total, en la que todos participemos en tomar decisiones, que podría ser por medio de refrendos, para mí la mezcla entre el “amor a la patria” de Montesquieu y “el gobierno de los mejores” de Aristóteles podría ser más efectivo, teniendo en cuenta un herramienta que nos brinda la democracia que es el referendo como un seguro cuando exista una posible inconformidad.
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