CATHERINE SALGADO CASTILLO GRUPO 53
DEMOCRACIA EN COLOMBIA ¿MITO O REALIDAD?
La Democracia entendida desde su alcance mas básico es el “Gobierno del Pueblo” y es este el significado que la mayoría le asigna como equivalencia, sin embargo tal como lo afirmaba Aristóteles, esta no es más que la degeneración o desviación de una buena forma de gobierno y pareciera que el tiempo le diera la razón.
En un país que se hace llamar democrático como Colombia, la Democracia no es otra cosa que la muletilla de discursos “politiqueros” y una muy buena fuente para caricaturistas y uno que otro humorista; el “Gobierno del Pueblo” es un gobierno de cualquiera, menos del pueblo. Ahora bien, no quiere decir esto que la Democracia sea una maldición para las libertades del pueblo o que mas que de gobierno sea una forma de opresión; la verdadera contrariedad radica en las personas, es decir, el problema no es el gobierno, sino el pueblo (entendido como las personas que se encargan de administrar como las del común)
Desde mi perspectiva la Democracia es una excelente forma de gobierno que garantiza igualdad y justicia, pero la poca o nula conciencia del pueblo es sin duda el talón de Aquiles. Cuando se busca material que exponga los contras o falencias de la Democracia se encuentra que las debilidades son siempre resultado de comportamientos humanos. Problemas como corrupción, escasa participación, manipulación de los medios, discriminación o conformismo, obedecen a conductas del pueblo. Por una parte se encuentra la clase dirigente. “Los distintos dirigentes políticos, con sus constantes disputas en procura del manejo del país, no se han interesado por mantener las relaciones democráticas entre los colombianos, como la manera sana y lógica para lograr su desarrollo” La clase política pelea con uñas y dientes por intereses individuales generalmente económicos dañinos para el bienestar de la sociedad. La corrupción permea incluso a todos aquellos que piensan en el pueblo y una vez incrustados en la maquinaria política se convierten en uno más. De otro lado esta la sociedad con una apatía infinita que desde mi punto de vista es un modo de corrupción que en nada los diferencia de los dirigentes. “La conciencia de la sociedad colombiana hoy se consume entre la indiferencia y la impunidad. Se tiene conocimiento del delito, vemos pero no actuamos […]”
BERMUDEZ ARDILA, Fernando. Propuesta de paz. Centro de estudios políticos e investigaciones históricas. 2008. Pág. 43.
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